Noticias
A ocho nudos en el 'Zamná'
08 Octubre 2009
El trimarán navegó ayer hasta San Vicente de la Barquera con tres de sus velas izadas.
En el 'Zamná' alguien tararea una canción. Suena a Jorge Sepúlveda. Y Vital Alsar, mientras dirige las maniobras para abandonar el paseo marítimo de Santander, convierte ese susurro en una canción al pegarse a la boca un altavoz. 'Santander, eres novia del mar' fue el beso de despedida que la tripulación del trimarán le lanzó a la ciudad navegando por última vez su bahía. Comenzaba así su partida tras cinco días en la capital cántabra, la estancia más larga de todas las que hará la tripulación de Vital Alsar en su largo periplo que les llevará hasta Grecia. Esto será a mediados de noviembre. Pero hasta alcanzar el último de los puertos, el trimarán aún tiene que rellenar muchas páginas del diario de navegación. Ayer, en la singladura hasta San Vicente de la Barquera, sin duda se registraron en tinta negra una buena colección de anécdotas.
La primera de ellas fue un olvido, «por la emoción de la despedida», decían en cubierta algunos. La escala de cuatro metros del 'Zamná' se había quedado en tierra, pero, por fortuna, la embarcación se encontraba muy cerca del embarcadero y un práctico realizó un curioso abordaje para devolver la escala a la cubierta del trimarán. Vital Alsar, que ya había dejado de cantar pero no de dejar de mandar a gritos mensajes a la costa de la ciudad, comenzó entonces a repartir órdenes: «Dale a estribor, y en cuanto pasemos el Museo del Mar dale 1.200 (revoluciones del eje propulsor) y navegaremos a 300 metros de la costa».